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59 MOLLINA: PATRIA DEL VINO DE MÁLAGA

martes, 25 de mayo de 2010

Meseta y campiña, olivo y cereal. Y vides, vides verdes de cepas recias y robustas que se enrocan en la tierra rojiza con la fortaleza de saberse centenarias. Cepas bajas, asidas al terruño con raíz profunda. No en vano son sus caldos de calidad reconocida y contrastada, obteniendo propia Denominación de Origen. Así aparece Mollina, pincelada blanca sobre el horizonte verde. Se asoma cuando la mirada se adentra en la campiña antequerana, dejando atrás los Montes de Málaga, a la derecha el Peñón de Los Enamorados, "El Indio", y se intuye entre la bruma su caserío blanco y alargado. Mollina.

La llegada

Seguimos la indicaciones de "Centro Ciudad" y "Ayuntamiento". Estacionamos en una calle próxima a la iglesia. El horizonte de Mollina se abre al cielo azul intenso. Sus calles, pese a la su solemne rectitud, seña de identidad de los municipios de esta comarca, se vencen unas sobre otras, formando un complejo dédalo, más aún cuando nos acercamos al centro histórico y dejamos atrás las urbanizaciones periurbanas. Tras el templo de Nuestra Señora de la Oliva hallamos el centro Guadalinfo de Mollina que hace las veces de Punto de Información Turística. Amablemente nos ofrecen un plano guía, un callejero, y algunas indicaciones básicas, por ejemplo cómo se va al Castellum de Santillán o dónde queda el Convento de la Ascensión. Nos posicionamos. Los elementos arquitectónicos de la localidad se encuentran muy próximos entre sí, casi frente por frente.

Nuestra Señora de la Oliva

La parroquia de Nuestra Señora de la Oliva, sita en la plaza de la Constitución, es una edificio ciertamente imponente. Sobre su portada se eleva una amplia espadaña coronada por tres campanas con hasta cuatro tejadillos superpuestos. Albero sobre blanco en sus dinteles. La sombra que proyecta la espadaña sobre la calle parece querer conquistar terreno y superficie para el edificio. Es una iglesia construida en el siglo XVII y reconstruida en el siglo XVIII. El interior es majestuoso y solemne, formado por tres naves y techo artesonado de madera. El altar mayor, de oscuro mármol grana, alberga en su camarín principal una delicada imagen de la Virgen de la Oliva. Y entra aquí una de las curiosidades de Mollina, ya que en principio la iglesia estaba dedicada al culto de San Cayetano. En el siglo XVII, Mollina tenía en su haber ser la zona con mayor producción de olivos de toda la comarca, llegándose a denominar Pago de los Olivos, y provocando que el hasta entonces venerada San Cayetano perdiera pujanza frente la actual Virgen de la Oliva. En la nave izquierda del templo, una gran cruz de madera preside la inmaculada pared blanca. Los arcos de medio punto que separan las tres naves están decorados en sus columnas centrales por otros tantos cuadros de los diferentes apóstoles. Tras prender las preceptivas velas, salimos.

La plaza y el convento

Aún estamos en primavera, pero ya aprieta el calor del primer verano. Los hombres mayores se refugian en las sombras de los árboles. Nos refrescamos en una fuente de la plaza. Se agradece. La arquitectura de las casas no traiciona a las que hemos visto en otros municipios próximos como Alameda, Campillos o Humilladero. Amplios zaguanes que permiten entrever umbríos patios interiores, ventanas con reja de forja negra, puertas de madera, algunas de ellas historiadas con profusión y detalle. Llevamos sentados un tanto en uno de los bancos de la plaza de la Constitución. Se escuchan charlas afables, comentarios futboleros más o menos apasionados, cotilleos de vecindario... Frente a nosotros se encuentra el Convento de la Ascensión, construido en el siglo XVIII y que aglutinó en torno a él el trazado urbano de Mollina. Queda del Convento un gran muro coronado por cuatro pivotes, y una gran puerta de madera, barroca, con una hermosa arcada de piedra realizando las labores de dintel. Y así se adaptan las calles a su suave entorno. Regresamos al coche. Visitamos el Castellum de Santillán.

El Castellum de Santillán

Para visitar este monumento romano hemos de caminar 4 kilómetros o hacerlos a pie. Es recomendable esta segunda opción, ya que el camino, por carretera es muy transitado por diferentes vehículos. Para llegar hay que tomar dirección Alameda, internándose en un mar de olivos por una senda sinuosa, de suaves curvas que nos descubre a derecha e izquierda las plantaciones de vides, el cereal, cebada, recogido, las amapolas salpicando de rojos los campos... Tras una curva algo más pronunciada se encuentra el área recreativa de Santillán, tomamos el primer desvío a la derecha, donde se halla el bar, y lo circundamos por una pista de tierra hasta que una valla nos impide avanzar más. A diez metros, se encuentran las ruinas del Castellum de Santillán. La página web del Patronato de Turismo apunta lo siguiente: "Ocupa una extensión de 1.400 metros cuadrados donde se pueden distinguir construcciones correspondientes a dos fases. La primera, de los siglos I y II d.C, corresponde a un grupo de estancias articuladas en torno a dos grandes habitaciones rectangulares. La villa –porque se trata de una villa romana- era la vivienda de una familia que sin duda pertenecía a la clase dominante. La segunda fase o segundo nivel, del siglo III d.C., se construyó sobre la arquitectura anterior y con la idea de defenderse de posibles ataques, por lo que el recinto, de 24,5 metros de lado, quedó amurallado y se construyeron torres en cada una de las esquinas". Regresamos a la zona de esparcimiento que hoy visita una excursión de escolares provenientes de Málaga. Además de las usuales bancadas de madera, mesas y modernas parrillas, en torno a este núcleo lúdico se encuentra la ermita de la Virgen de la Oliva, de reciente construcción (2008).

Despedida

Realizamos un leve paseo y descubrimos que al otro lado de la carretera, un bosquete compuesto por hileras de sauces ofrece una grata y formidable sombra que juega al despiste con los guiños del sol que se asoma y se esconde de manera permanente. Nos dejamos arrullar por el rumor de las hojas y nos tumbamos, muellemente, sobre la fresca hierba.

Enlaces de interés y otros datos turísticos

El vino: Mollina ofrece cerca del 80% de la producción del vino con Denominación de Origen Málaga, y como tal productor, celebra una fiesta en torno a sus caldos denominada Feria de la Vendimia la segunda semana de septiembre. La Feria de la Vendimia tiene un especial significado en este pueblo, que produce unos excelentes caldos. Se celebra el segundo fin de semana de septiembre en la plaza de Atenas, donde se degustan en una macrocata las distintas clases de vino de la tierra con Denominación de Origen Málaga y Sierras de Málaga donde se incluyen los vinos de Tierras de Mollina. El origen de la Feria de la Vendimia se remonta a los años 60 e inicialmente se denominaba Feria del Barrio Alto, por celebrarse en la zona de Mollina del mismo nombre. Con el auge de los productos de la vid las celebraciones se extendieron a todo el municipio, pasándose la fiesta a denominarse Feria de la Vendimia en el año 1987. El programa festivo se complementa con el certamen poético “Mollina, color de vino”, que celebró en 2008 su décima edición.
Chacina: El clima seco y frío del invierno propicia que las tierras de Mollina sean propicias para la curación de excelentes embutidos artesanales. No perder ojo a alguna de las tiendas del centro donde se nos ofrecen, a buenos precios, embutidos y chacinas artesanos.
CEULAJ: No olvidar que Mollina se transforma varias veces al año en centro neurálgico de la actividad juvenil de la provincia de Málaga y de Andalucía, ya que en su término Municipal acoge el CEULAJ, el Centro Eurolatinoamericano de Juventud, que realiza a lo largo de los doce meses distintos encuentros culturales, sociales, asociativos, etc... En la página web de Instituto Andaluz de la Juventud se encuentra toda la información referente al CEUAJ.
Enlaces de interés: Tomamos como referencia la página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol y la página web municipal de Mollina.

Este blog queda abierto a los comentarios, anotaciones, opiniones que los navegantes deseen realizar. Nos vemos en El Color Azul del Cielo.

58 IGUALEJA: DONDE NACE EL RÍO GENAL

martes, 18 de mayo de 2010

Parece Igualeja robada a los castaños, cincelada a las faldas de los montes con la delicadeza a la que la naturaleza obliga. Incrustada en el corazón de la serranía rondeña como un corazón nuevo y palpitante de savia arbórea. Y decimos esto porque es Igualeja una mancha de blancos impolutos sobre el verde primaveral de los castaños. Es este municipio, origen y causa, génesis, de uno de los valles más fértiles y frondosos de la provincia malagueña. Igualeja es la cuna del río Genal que configura en su valle alto y bajo una de las comarcas más especiales y mágicas, una promesa de convivencia y armonía entre ser humano y naturaleza.

El nacimiento del río Genal

Y así corre el rumor del agua entre las calles de Igualeja, como el susurro de un sortilegio ininterrumpido. Agua pura, clara, cristalina, límpida en esencia, en fondo y en forma. Es lo primero que encontramos al llegar, el nacimiento del río Genal, perfectamente equipado con bancadas de piedra, de hierro y de madera, barandas rústicas y una pequeña fuente en la que refrescarse. Nos acompaña el río con su rumor de agua viva y constante, tres pequeñas cascadas rompen su quietud. Es una agua tan transparente que nos permite distinguir a la perfección los detalles que se hallan en el fondo del cauce. Huele a hierba húmeda. Nos acompañan los trinos de los pájaros. En una de las cascadas, formadas por tres pequeñas presas artificiales, descubrimos varios puntos de luz, por lo que intuimos el aspecto que tendrá este magnífico lugar acompañado por la iluminación nocturna. Podríamos quedarnos aquí para siempre. Nos mojamos el rostro en la fuente, bebemos de su agua, fría, intensa y deliciosa.

La iglesia de Santa Rosa de Lima

Caminamos por la calle principal hasta llegar al barrio del Albaicín que se despliega en la margen izquierda del río. Y es que, el Genal divide a Igualeja en dos, la parte en el barrio de Santa Rosa, situado en la margen derecha y el del Albaicín, situado en la parte izquierda. Se abre una pequeña plaza donde ubicamos un mapa de cerámica en una pared y nos situamos en el espacio del municipio. Tomamos calle iglesia hasta llegar al templo, que apareja una de sus paredes para formar parte de la vía por la que transitamos y su pequeña torre, antiguo alminar, sobresale del conjunto. La iglesia de Santa Rosa de Lima conserva una apariencia de cierta antigüedad, pero su interior es radicalmente moderno. Carece de artesonado de madera, sustituido por una serie de planchas cuadradas pintadas de blanco, lo que contrasta con sus imágenes de madera policromada fechadas en el siglo XVII y XVIII. Este contraste enriquece la belleza sutil del templo. Es un edificio, además, fresco que se construyó sobre una antigua mezquita en el siglo XVI y que ha vivido varias modificaciones en los siglos XVII, XVIII y, finalmente, en el siglo XX. Tañen las campanas cuando traspasamos la puerta del templo.

La ermita

Seguimos caminando, apenas diez metros, hasta cruzarnos con la calle La Ermita a la derecha. Y la vemos. La Ermita del Divino Pastor es un edificio incrustado entre las casas, a las que acompañan un árbol y una fuente. El conjunto tiene algo de singular indefinible. De su escueta espadaña de doble ojo superpuesto penden dos campanas. Parece la puerta a un templo de mayores dimensiones y, sin embargo, todo queda reducido apenas a un recinto de cinco metros cuadrados con un pequeño altar que termina en una techo en forma de media cúpula pintado al fresco. Es un edificio profusamente decorado, pero sin exageraciones. Una construcción puesta en pie en el siglo XVIII y que antes fue convento de monjas carmelitas. Salimos y regresamos a la calle principal.

El Albaicín

Seguimos hasta prácticamente el final de la calle para torcer a la izquierda y ascender hasta el barrio del Albaicín, el barrio viejo, en el que sus calles serpentean y muchas de sus casas aparecen enjabelgadas. Los muros de piedra se asientan sobre rocas y el propio barrio parece escalar montaña arriba. Guardan sus callejas y rincones arriates plagados de flores, algunas macetas de romero que desprenden un perfume intenso y ciertamente dulzón, un grupo de gatos perezosos que buscan cobijo del calor bajo la sombra de un alar. Igualeja se sumerge en un valle y es desde el Albaicín donde podemos obtener algunas imágenes parciales del complejo entramado de casas que conforman el caserío. Observamos el barrio de Santa Rosa y más allá, al fondo el inmenso mar de castaños que rodea todo el municipio. Verde y verde, un océano. Se atisba un leve perfume a brasas dulces de primavera y un intenso aroma a puchero, de condición tan serrana y contundente como las mismas montañas.

El nicho

Regresamos hasta la ermita desde la calle principal hasta llegar, a la plaza del Buen Pastor, donde la figura blanca de un pastor preside un conjunto rematado con un pequeño caño de agua, para dirigirnos, a la izquierda hasta la plaza de Andalucía. Pero antes, más fuentes, más agua, sombras y callejones, adarves, puertas señoriales, macetas florecidas, arriates, niños que juegan... La plaza de Andalucía se traduce en el epicentro de la vida social de Igualeja, donde se sitúa el ayuntamiento y dos de sus establecimientos hosteleros destacados. Una serie de pequeños árboles la rodean y los techos, anaranjados, escapan hacia el cielo. A la entrada a la plaza y frente al ayuntamiento se sitúa el Nicho del Señor de la Misericordia es una pequeña capilla donde se representa al Señor de la Misericordia. Dentro del nicho se encuentra un cuadro de la escuela granadina del siglo XVIII que representa una imagen del "stabat mater" (la madre al lado del niño). Su interior también alberga otro cuadro del Cristo Crucificado en un cristal, copia del original que está en el lienzo.

El barrio de Santa Rosa

Cruzamos el río y en el camino fotografiamos dos hornacinas que albergan en su interior cruces y promesas. El barrio de Santa Rosa es más moderno y pese a que su arquitectura no destaca, sí lo hace el paseo que discurre a lo largo del río Genal. Es un paseo sencillo, con una barandilla de hierro pintada de oscuro que se asoma al río. Es un lugar fresco, parece que los efluvios del Genal ascienden y, junto con su rumor, refrescan el ambiente. Paseamos con tranquilidad, deleitándonos con cada paso. Descansamos, reposamos, disfrutamos.

Despedida

Antes de recoger el coche decidimos acercarnos de nuevo al nacimiento del Genal. El rumor del agua es fuerte e intenso. Nos sentamos en uno de sus bancos. Caminamos por el pequeño jardín de hierba. Nos mojamos la cara una y otra vez. Observamos el devenir del agua y pensamos en aquel filósofo griego, Heráclito, que decía que nunca verás dos veces el mismo río. Tenía razón. El Genal es único, es irrepetible, permanentemente cambiante y afortunadamente constante. Génesis de vida, hacedor de comarcas, fuente de castaños. Uno de los espíritus que hacen de Málaga lo que es vive en Igualeja y se llama Genal.

Consejos y enlaces de interés

Día de la Castaña: Como no podía ser menos, y tratándose de la la primera localidad productora de castaña, Igualeja celebra el día de Todos los Santos la fiesta de la castaña con su correspondiente tostón, que consiste, como en muchos otros pueblos del valle del Genal, en pasar una jornada en el campo que se aprovecha para asar castañas y comerlas después con el acompañamiento que cada cual prefiera.
Senderismo: Todo el valle del Genal es un entrecruzar de rutas senderistas, casi desde cualquier municipio se puede llegar, con mayor o menor dificultad a otro. El Club Senderista Pasos Largos recomienda en el siguiente enlace la senda que une Igualeja con Parauta: Igualeja - Parauta. La web wikiloc ofrece algunas otras rutas para realizar a pie o en bicicleta.
Enlaces de interés: Tomamos como referencia la página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol y la página web municipal de Igualeja, a las que sumamos la ya conocida del Club Senderista Pasos Largos y la recién incorporada Wikiloc.

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57 RIOGORDO: LA PASIÓN DE LA AXARQUÍA

martes, 11 de mayo de 2010

Riogordo de pasiones y Pasión, de aceites y olivos, de inviernos recios y veranos suaves. Riogordo ilustre en personajes, acunado pro la historia. Riogordo de campos fértiles y oteros dispares, de gracias y de Gracia. Riogorgo de neolíticos y fenicios antecedentes, pasados remotos de una población que tomó el nombre de su río, Gordo, orondo de minerales pesados, de roca desprendida, de seria consistencia... Riogordo cuna del rebelde Omar Ben Hafsún (con permiso de la serrana Parauta). Riogordo de sigilos y de hornacinas. Riogordo.

Aproximación y llegada

Suaves lomas preñadas de olivos conducen, con delicadeza, la carretera que une Colmenar con Riogordo. Es un vaivén sutil en formas y en proporciones, un baile entre los cerros y el cielo, baile siempre vigilado por las graníticas formaciones más duras de la Axarquía, que se mantienen a la expectativa. Son, al norte, el Tajo de Gómer (de 1.129 metros) y la Sierra del Rey, con el pico Castejón (de 972 metros) como elevación más notable. Nos deleitamos ante el verde fresco de la lluvia recién caída que impregna la tierra de olores húmedos y ancestrales. Giramos a la derecha y a la izquierda y, de nuevo, a la derecha y nos introducimos en una pequeña carretera festoneada de olivos hasta contemplar, ante nuestros ojos, los primeros tejados del caserío de Riogordo. Seguimos la dirección que nos lleva al centro del pueblo, hasta la plaza de la Constitución y estacionamos en una plaza que se ha quedado libre. Si no es aquí se puede aparcar en alguna de las calles adyacentes sin mayor problema. Y es precisamente aquí cuando vemos comprobamos una de las características de Riogordo.

Las fuentes

Las fuentes. La presencia del agua, los nombres de algunas calles que son derivados relacionados con el líquido elemento como calle Búcaro, calle Pozo, calle Agua o plaza de la Fuente Nueva o, combinado, calle aguardientería... En la misma plaza de la Constitución encontramos una justificación: "El agua ha sido la seña de identidad de este pueblo que labró huertos y jardines en su ribera, hizo pozos en sus casas y fuentes públicas en sus calles y plazas, tal caso fue el conocido Pozo Realengo de Benales que en 1574 estaba en la calle del Pozo junto al Hospital de San Sebastián. El Riogrodo dieciochesco nos presenta tres fuentes: la de las Taras que se ubicaba en la Plaza Pública en su carrera hacia el palacio de la Vizcondesa, la de la Gota que se encontraba en los márgenes del barrio del Aprisco conocido en 1785 como El Generalife y la Fuente Nueva que en 1772 quedaba en las cercanías del Calvario, junto a la Noria!. Así al menos reza una placa cerámica en la que se detallan algunas curiosidades más, entre ellas la llegada del agua potable al centro del municipio en el año 1909.

La iglesia y las calles

Desde la plaza de la Constitución tomamos la calle Virgen de Fátima para llegar hasta la parroquia de Nuestra Señora de Gracia situada en la plaza de la Iglesia. Las jaras y genistas de los montes próximos dotan al municipio de un aroma singular. Como banda sonora, los pájaros, mirlos y golondrinas, que pían y trinan mientras realizan sus vuelos acrobáticos. La puerta de la iglesia se encuentra cerrada, más tarde, nos contarán que se encuentra en proceso de restauración, que ya tiene el permiso del Obispado y que sólo hace falta que comiencen las obras. Desde el exterior apreciamos una puerta severa cuyo dintel está construido en ladrillo visto y sobre la cual despunta una espadaña sin campana. En la parte trasera, aunque desde nuestra posición no se ve, se halla la torre campanario, también de ladrillo visto, de cuadratura perfecta y con dos relojes que pueden ser vistos desde la plaza de la Constitución. Seguimos adelante. Se encuentran las calles de Riogordo plagadas de detalles, de coloridas macetas donde prevalecen los rojos intensos, los violetas y los morados, también las salpican algún rosa y tímidos amarillos. Se adapta el trazado de Riogordo a las exigencias dictadas por el terreno y su estructura de apariencia sencilla esconde una esencia compleja. Nos perdemos. Lo mejor, como siempre es preguntar y seguir cabalmente las indicaciones que se nos ofrecen. Llegamos así hasta el colegio público de Nuestra Señora de Gracia, que bordeamos. Tras él se encuentra el lugar donde se lleva a cabo La Pasión de Riogordo.

La Pasión

El recinto, que está conformado por el patio del propio colegio, simula una muralla a su izquierda y enfrente una serie de construcciones hacen las veces de templos y templetes, columnatas y casas en los que se representa La Pasión. Este evento, de gran trascendencia local se remonta al año 1951, cuando se realizó la primera representación. "Ha sido considerado por algunos medios de comunicación como el Mejor Paso de Europa", así reza un panel explicativo a la entrada del recinto. Lo que no es un hecho subjetivo es que fue nombrado Fiesta de Interés Turístico Nacional por el Congreso de los Diputados en el año 1996, Fiesta de Interés Turístico Nacional por el Parlamento Andaluz en 1997, Entidad Axárquica de Honor en el año 1996, Fiesta de Interés Singular de la Provincia en 2004 y Nazareno del Año en 2009, premio concedido por la Cadena Ser. El Paso es una representación al aire libre en un escenario Natural de unos 8.000 metros cuadrados, de algunos pasajes de la vida pública de Jesús, así como su Pasión y Muerte. Una representación realizada al detalle en la que participan más de cuatrocientas personas y en las que el pueblo de Riogordo se implica por entero.

La ermita

Regresamos hacia el centro por la calle San Isidro que nos permite contemplar la torre de la iglesia recortada contra los campos. Y es que, en cuento las calles de Riogordo escapan hacia el horizonte el color verde colma nuestra mirada y los paisajes de lomas prietas y suaves, algunas de ellas sembradas de pastos, otras de olivos, otras vivas de monte bajo mediterráneo... Una vez en la plaza, cogemos la calle Real y apenas a diez metros observamos el muro de la ermita de San Sebastián o de Jesús Nazareno ribeteado de granas... La puerta está abierta, entramos tras retirar un gran paño de oscuro color granate. Silenciosa y fresca, sencilla y limpia. Tiramos un par de fotos y cuando en ello estamos, aparece un pintor con su traje de faena con el que trabamos conversación y nos explica que la ermita está recién restaurada, desde el techo hasta el suelo del coro. Sólo falta por terminar el camarín en el que aparece el Nazareno, que pese a estar protegido por un cristal también ha sufrido los rigores del paso del tiempo. Nos comenta que ya se ha limpiado, pero que ahora falta restaurarlo y repintarlo. Seguimos con la charla un rato más, hasta que aparecen tres mujeres con intención de rezar. Nos despedimos y nos retiramos.

Despedida

Hemos regresado al coche y tomamos de nuevo el camino que conduce a Colmenar y después a Casabermeja, hacia los Montes de Málaga. Tendríamos dos opciones más: Continuar carretera hacia adelante y llegar así hasta la inmensa lámina verde que es el pantano de la Viñuela o, desde Colmenar, tomar la antigua carretera que une el municipio con la capital. En el regreso y apenas a medio kilómetro de Riogordo paramos el coche. Sólo hay silencio y olivos, olor a tierra húmeda y el color vivo de algunas amapolas sobre la hierba. Observamos las moles del Tajo de Gómer y el Pico Castejón que nos sobrecogen. Permanecemos así un rato, dejándonos llevar por los aromas terrenos del olivar e imaginando en nuestra boca el sabor afrutado del aceite verdial de las dos botellas que hemos adquirido en una de las muchas tiendas de Riogordo. Ponemos el coche en marcha, se nos hace la boca agua.

Enlaces de interés y consejos útiles

Día del Caracol: Del 27 al 29 de mayo se celebra en Riogordo el Día del Caracol. Esta jornada, declarada Fiesta de Interés Singular de la Provincia, consiste en la degustación de más de 350 kilos de caracoles, caracoles en caldo con un ligero picante, uno de los platos típicos del municipio. Además de los susodichos caracoles se degustan vino de la tierra y otros productos de la gastronomía tradicional. Este evento festivo se acompaña de música y baile. En el marco del Día del Caracol se entregan una serie de galardones con los que se premian a las personas e instituciones que hayan colaborado en la promoción de Riogordo.
La Pasión de Riogordo: aunque ya hemos comentado a grandes rasgos lo que es y significa La Pasión para el municipio el siguiente enlace permitirá que las personas interesadas recaben más información: La Pasión de Riogordo.
Ruta del Aceite y de los Montes: Riogordo se incluye en la Ruta del Aceite y de los Montes de la Axarquía, que incluye también a los municipios de Colmenar, Alfarnate, Alfarnatejo, Periana, Alcaucín y La Viñuela.
Enlaces de interés: Tomamos como referencia la página web del Patronato de Turismo de la Costa del Sol y la página web municipal de Riogordo.

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